¿Qué es un homicidio frustrado?

“Homicidio frustrado” es un concepto que habla del intento de alguien de quitar la vida de otra persona, sin embargo, a la víctima efectivamente no se le quita la vida. Dicho de otro modo, se trata de la diferencia entre el homicidio consumado; es decir, donde la víctima “muere”, y el homicidio frustrado, donde la víctima no muere. Esto puede ocurrir debido a varias razones, con intervenciones del azar, mal planificación del crimen o emisión inmediata de los servicios de atención médica que permiten salvar la vida de la víctima. 

Homicidio frustrado desde un punto de vista legal 

Un homicidio frustrado también es perseguido con denuedo en términos legales. En la mayoría de los países con semejante legislación, se considera un delito grave. Las leyes son muy específicas en cada país, pero desembocan en que el intento de homicidio es una de las peores atrocidades que un ser humano puede cometer. Esto es debido a que el mero propósito en matar es un elemento central en la forma de delito, y si la víctima no ha fallecido, no cambia la seriedad de la acción del agresor. La pena para el homicidio frustrado generalmente es casi tan grave como la evolución del genocidio en los sistemas legales que controlan. 

¿Cómo ocurren los homicidios frustrados?  

Los homicidios frustrados pueden ocurrir en una variedad de contextos y circunstancias. A continuación, se describen algunos de los factores que pueden estar involucrados: 

Intención deliberada: Se delimita la intención de matar como elemento esencial del homicidio frustrado. El agresor puede actuar como resultado de la venganza, los celos, por un fracaso o un desentendimiento interpersonales. En otras palabras, puede ser premeditado, en el que el agresor pre anticipa el acto y se encuentra preparado para cometer el crimen.

Fallo en su escenario: En un escenario, el agresor puede estar en el proceso de organizar cómo llevar a cabo el homicidio, pero falla por varias razones. Esto incluye fallas en el método elegido para el crimen utilizados o selecto, como que la arma explota en la mano de quien la posee antes de que pueda llegar a disparar, o que haya más personas en el lugar que estén viendo y este se arrepienta del acto que estaba a punto de cometer.

Terceros intervienen: La mayoría de los casos, un homicidio es frustrado gracias a la intervención de un tercer origen. Por ejemplo, un acto podría ser donde una persona que está a punto de ser asesinada es salvada por la participación de terceros que se percataron del hecho y pararon al criminal de una u otra manera. 

Atención de salud mutua rápidamente: En este caso la victima si es herida de gravedad, pero gracias a la ayuda médica de terceros logran sobrevivir. Por ejemplo, a una persona que le disparan en la calle es rápidamente tratada medicamente y llevada a un hospital y sobrevive, también cuenta como homicidio frustrado. 

Consecuencias del homicidio frustrado  

Las consecuencias de un homicidio frustrado son peligrosas para la víctima y el propietario. Para la víctima, las manifestaciones pueden ser físicas, emocionales y psicológicas. Los daños físicos provocados pueden volverse daños no se revertirán todavía al psicológico, y la sensación de ser testigo de un intento de asesinato puede tener consecuencias psicológicas transformadoras en la forma de ansiedad, depresión o un trastorno de estrés postraumático. 

En el caso del agresor, las consecuencias legales son perjudiciales. Una condena por homicidio frustrado conduce automáticamente muchas sentencias de prisión; lleva además a la condena, la creación de un estigma social que puede dañar la vida personal y profesional del agresor. 

Las consecuencias son también psicológicas y sociales; el agresor también puede sufrir la repulsión de la comunidad y visto desafección de conexiones de amigos. 

Medidas para prevenir situaciones de homicidio frustrado  

La prevención del homicidio frustrado es un paso fundamental para obtener una sociedad más segura. A continuación, se presentan algunas estrategias que podrían contribuir a la disminución de este tipo de delitos: 

Fomento de la comunicación: Facilitar un buen manejo para el dialogo en familia y comunidad puede lograr que se resuelvan asuntos uno mejor antes de llegar a estocas violentas.  

Intervenciones comunales: Crear redes comunitarias entre las personas, permitiendo enviar alertas y ayudarse en situaciones riesgosas es fundamental. Porque las comunidades pueden trabajando juntas en vencer algún tipo de problema antes de convertirse en intolerancia. 

Fortalecimiento de la seguridad: Mejorar la presencia policial y los sistemas de vigilancia en áreas de alto riesgo puede disuadir el crimen. La colaboración entre la policía y la comunidad puede fomentar un sentido de seguridad y confianza, lo que puede reducir la incidencia de delitos violentos. 

Legislación activa: Implementar e implementar leyes que sancionan los intentos de homicidio e implementar medidas para proteger a las posibles víctimas. La legislación es insuficiente si no se hace cumplir; esto implica que las leyes deben ser transparentes y sobresalientes tanto para sancionar a los asesinos preparados como para sancionar a los preparadores de homicidio. 

La prevención de las ocurrencias de sucesos de homicidio frustrado es sin duda un trabajo en equipo de la sociedad y las autoridades y los ciudadanos para dotar el ambiente de un orden sanitario como la consciencia. La confección de las dinámicas asociadas a esta violencia, la comprensión de esas medidas para el manejo del problema es fundamental ante la violencia de hecho y para promover la paz y respeto mutuo. La educación, la comunicación y la intervención temprana ante cualquier delito son caraduras de prisión, olvidar eso, todos los miembros de la sociedad se ven afectados en la apertura del futuro invierno.