En un país donde el espacio público es, por definición, el lugar de encuentro y la arena de la convivencia urbana, el consumo de alcohol y otras sustancias en plazas, calles y parques se ha consolidado como uno de los principales focos de incivilidad y generadores de una profunda sensación de inseguridad. En medio de esta coyuntura, la respuesta de los municipios ha sido directa y sin rodeos: la proliferación de ordenanzas que buscan dotar a los inspectores de facultades reales para aplicar multas y, en algunos casos, conmutar las sanciones por trabajos comunitarios con un claro enfoque preventivo.
Esto plantea una contradicción que la ciudadanía experimenta a diario: ¿La ley 19.925 (Ley de Alcoholes) no era suficiente, o las administraciones locales, como las de Ñuñoa, Puerto Montt o Lo Barnechea, están redefiniendo el concepto de seguridad a través de la disciplina del orden? La respuesta no se ha hecho esperar y apunta a que, más allá de los datos duros sobre el consumo, lo que realmente busca la comunidad es recuperar el control de sus barrios. Por años, este problema fue visto como una falta menor, pero hoy se entiende su impacto directo en la calidad de vida y en la protección del entorno familiar.
Este artículo realizará una radiografía de la situación en 2025, analizando los datos duros sobre el consumo, el marco legal actual y, sobre todo, delineando las buenas prácticas y el rol estratégico de la tecnología -desde las cámaras de seguridad hasta las alarmas para casa- en el ordenamiento y la protección de los espacios de uso común.
Datos y Estadísticas: Menos Consumo Escolar, Mayor Impacto Urbano
Los datos duros de SENDA (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol) y las encuestas de seguridad ciudadana cuentan una historia matizada. Mientras que las prevalencias en población escolar han mostrado ligeras disminuciones, la percepción de riesgo en la vía pública no cede.
- Prevalencia Escolar (SENDA ENPE 2024): El 15° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar (ENPE 2024) indica que el 22,7% de los estudiantes (8º básico a 4º medio) reportó haber consumido alcohol en el último mes. Si bien esta cifra representa un descenso en comparación con el peak de 2007 (43,3%), la tendencia a la embriaguez y el consumo de marihuana en la vida sigue siendo una preocupación de salud pública.
- Aumento de la Percepción de Inseguridad (ENUSC 2024): La Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC 2024) revela que la percepción de aumento de la delincuencia en el país alcanza un alarmante 87,7%. El consumo visible de sustancias en la calle y en plazas es un factor que agrava esta sensación, impactando la convivencia urbana y forzando a los ciudadanos a invertir en sistemas de seguridad personal y comunitaria.
- Concentración de Atenciones (SENDA 2024): El Informe Anual de SENDA 2024 sobre personas en situación de calle, aunque no es exclusivo de la vía pública, revela que el 87,4% de las personas atendidas son hombres, con una alta concentración en la Región Metropolitana y en el tramo de 40 a 59 años. Esto incide en los perfiles visibles de consumo problemático en las calles.
- Siniestros de Tránsito: Aunque los siniestros de tránsito con fallecidos disminuyeron a 1.439 en 2024 (el valor más bajo de la última década, según CONASET), la Ley de Tolerancia Cero y los controles de Carabineros se enfocan en la prevención de la conducción bajo la influencia, dejando la seguridad en los espacios peatonales y residenciales como un asunto de ordenanzas municipales.
| Período | Prevalencia Consumo Alcohol Mes (Escolar) | Siniestros Fatales Totales | Enfoque de la Alarma Social |
| 2023 (ENPE) | $22,7\%$ | $\1.630$ | Principalmente al delito violento. |
| 2024 (ENPE) | 22,7% (Est.) | $1.439$ (Mínimo histórico) | El orden y la incivilidad en las calles. |
| 2025 (Tendencia) | Estable/Leve baja | Baja en carretera, foco en ciudad | Protección en zonas residenciales. |
Análisis de Causas o Factores: La Vulnerabilidad del Espacio Común
La persistencia del consumo problemático en la calle, y su consecuente impacto en la convivencia urbana, se debe a una mezcla de factores sociales, legales y de planificación urbana.
1. Vacío Legal Municipal
Si bien la Ley 19.925 prohíbe el consumo en la vía pública, en la práctica, su fiscalización era compleja. Esto obligó a municipalidades como Ñuñoa, Puerto Montt y Las Condes a crear ordenanzas municipales propias. Estas normas otorgan la facultad de multar a los inspectores municipales (no solo a Carabineros), lo que permite una disciplina de orden más expedita y constante. El resultado es que el dispositivo de alarma se activa a nivel municipal.
2. Factores Urbanos y Sociales
Entre otras cosas, el fenómeno se concentra en zonas con falta de iluminación, parques mal mantenidos o accesos de alto flujo vehicular y peatonal. La falta de luz con sensor de movimiento o la escasa presencia de cámaras de seguridad exterior en estos puntos crea una mayor vulnerabilidad. Además, la exclusión social sigue siendo un motor para la búsqueda de refugio y consumo en la calle.
3. El Rol del Microtráfico
El consumo en la calle está intrínsecamente ligado al microtráfico, donde la alarma vecinal se hace sentir. La protección comunitaria debe ir de la mano con la vigilancia sobre los puntos de venta, donde la cámara de vigilancia resulta fundamental para la recogida de evidencia útil para la PDI y la Fiscalía.
Perfiles o Contextos: De la Plaza a la Esquina
El fenómeno no es homogéneo; tiene perfiles claros de ubicación y horarios.
- Plazas y Parques: Son los principales afectados, especialmente en comunas de alta densidad poblacional como Maipú y Puente Alto. El consumo ocurre principalmente por las tardes y noches, afectando directamente la recreación familiar.
- Acceso a Estaciones de Metro/Buses: Puntos de alta congestión en horarios peak, como las afueras del Metro Pajaritos o el terminal de Puerto Montt, donde la falta de vigilancia es aprovechada para el comercio informal y el consumo rápido.
- Zonas de Baja Visibilidad: Calles con poca iluminación o sitios eriazos, ideales para los consumidores de mayor riesgo. Un simple sensor de movimiento en estos lugares podría ser un gran disuasivo.
Pero No Hay Que Bajar la Guardia: La Prevención es Constancia
Advertencias: ningún espacio público es completamente libre de riesgo, especialmente si la disciplina de la prevención se relaja. La sola existencia de una ordenanza municipal no garantiza el orden si no hay fiscalización constante.
No hay que bajar la guardia. La protección de tu hogar y tu familia debe ser proactiva. Las cámaras de seguridad y un sistema de alarma para casa no solo protegen contra el robo, sino que son herramientas activas de disuasión y ordenamiento para el entorno inmediato de tu vivienda.
Buenas Prácticas o Recomendaciones: Tecnología al Servicio del Orden
La seguridad en la vía pública y en el hogar se mejora con la disciplina y la inversión en sistema de seguridad inteligente.
- Denuncia Activa y Constante: Registrar y reportar a la Municipalidad o a Carabineros los puntos de consumo. El monitoreo en tiempo real de las denuncias ayuda a focalizar los recursos.
- Instalación de Cámaras de Seguridad Vecinales: Organizar la protección comunitaria con un sistema de cámaras de seguridad que apunte a la calle. Esto no solo disuade el delito, sino que registra las incivilidades.
- Uso de Alarmas Comunitarias con Sirena Alarma: Instalar kit alarma para casas con una potente sirena de alarma que se active ante desórdenes o ruidos molestos (alarmas de ruido para casas), alertando al vecindario.
- Iluminación Inteligente: Reemplazar focos de patio y acceso con un foco led con sensor de movimiento para eliminar puntos ciegos y sorprender a quienes intentan ocultarse.
- Alarma para Puertas y Ventanas: Asegurar que el consumo en la calle no termine en un delito a tu propiedad. Usa un dispositivo de alarma silencioso para tu hogar.
- Educación y Rehabilitación: Impulsar programas municipales de prevención y apoyar a las organizaciones que trabajan con la población en situación de calle para disminuir el consumo problemático en las calles.
- Sensor de Movimiento con Alarma en Accesos: Utilizar un sensor de movimiento con alarma para exterior en la entrada del pasaje o casa. La alerta temprana es la mejor prevención.
Rol de la Tecnología: El Ojo Disuasivo y la Alarma Inteligente
¿Qué rol juega la tecnología de vigilancia en el ordenamiento municipal y la convivencia urbana? Es el factor de control que permite la aplicación efectiva de las ordenanzas.
Desde Clickhouse, creemos que la tecnología —bien implementada— debe ser una aliada estratégica no solo contra el robo, sino en la disciplina del orden y la protección del entorno inmediato.
- Cámaras de Seguridad WiFi: Las cámaras de seguridad wifi permiten el monitoreo en tiempo real de plazas y accesos desde el celular, incluso con notificaciones automáticas activadas por sensor de movimiento.
- Alarmas para Casa con Aviso a Celular: Un moderno sistema de alarma para casa integra la alarma wifi para casa con la cámara de vigilancia perimetral. Esto permite al vecino, en Ñuñoa o La Reina, activar la sirena alarma si ve un desorden en la calle.
- Sensor de Movimiento como Disuasivo de Luz: El uso estratégico de foco con sensor de movimiento ilumina de golpe la escena. Este cambio brusco de ambiente actúa como un dispositivo de alarma visual para quienes buscan un lugar discreto para consumir.
- Sistema de Alarma sin Contratos: La accesibilidad de las alarmas para casa sin contratos permite que más vecinos se sumen a la red de protección comunitaria.
Limitaciones o Realidades: La Raíz del Problema
Hay que tener en cuenta que ninguna ordenanza municipal o cámara de vigilancia puede resolver por sí sola el problema de fondo del consumo. La protección tecnológica es un parche necesario al problema de la convivencia urbana, pero la responsabilidad compartida incluye la rehabilitación y la integración social.
Es importante saber que la delincuencia organizada y el microtráfico mutan rápidamente. La tecnología debe ser adaptable, por lo que optar por un kit cámara de seguridad modular y escalable es una inversión en sistema de seguridad inteligente a largo plazo.
Conclusión Reflexiva: Orden, Tecnología y Responsabilidad Compartida
El fenómeno del consumo de alcohol y drogas en la vía pública es un síntoma de la tensión social que hoy Chile busca ordenar a través de la disciplina municipal. La clave está en entender que la seguridad y la convivencia urbana no son solo un asunto de Carabineros y de leyes, sino de control ciudadano y orden inmediato.
Esto implica varias cosas: que la autoridad local siga dotando de herramientas de fiscalización a sus inspectores y que los ciudadanos inviertan en su protección y vigilancia activa. El desafío de garantizar seguridad real y percibida está lejos de resolverse por completo, pero la constancia en el orden y la inversión en sistema de seguridad inteligente, como un sistema de cámaras de seguridad o un sistema de alarma de calidad, marca la diferencia.
¿Quieres ser parte de la solución y tomar el control de la seguridad de tu barrio? La protección de tu entorno y la convivencia urbana comienzan en tu frontis.
En Clickhouse, ofrecemos asesoría personalizada para implementar la instalación de cámaras de seguridad con sensor de movimiento y alarmas para casa que te brindan el monitoreo en tiempo real que necesitas. No dejes que la incivilidad comprometa tu tranquilidad.
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