En los últimos años han circulado alertas y noticias sobre la denominada “burundanga”. El término popular se usa para referirse, de forma amplia, a sustancias que contienen escopolamina (también llamada hioscina), un alcaloide que puede tener efectos sedantes, amnésicos y de pérdida de voluntad cuando se administra por ciertas vías. La preocupación se debe a su uso en algunos delitos -principalmente para incapacitar a una víctima y facilitar robos o agresiones-, así como a la confusión y los mitos que rodean su supuesta facilidad de administración. Entender qué es y cómo protegerse reduce el riesgo y permite reaccionar mejor ante una posible intoxicación.
¿Qué es la escopolamina (burundanga)?
La escopolamina es un compuesto que forma parte de un grupo de sustancias llamadas alcaloides tropánicos, presentes en varias plantas de la familia de las solanáceas (por ejemplo, datura, beleño, floripondio). En medicina se utiliza en dosis controladas para tratar náuseas o como parche transdérmico para el mareo por movimiento, siempre bajo indicación profesional. En contextos ilícitos se menciona por su capacidad de producir somnolencia, confusión y, en algunos casos, amnesia.
Es fundamental subrayar que la intoxicación por escopolamina se produce principalmente por ingestión (por ejemplo, al añadir la sustancia a una bebida) o por formas farmacéuticas controladas, y no por un simple “roce” en la calle en condiciones normales. Los especialistas señalan que la absorción por la piel o por el aire en cantidades capaces de producir efectos significativos no es algo que ocurra en un contacto casual o sin exposición estrecha y prolongada; por ello, muchas historias de “drogar por el aire” tienen fundamentos científicos débiles. Esto no significa que no exista riesgo: la vía de ingestión y el contexto delictual son las formas relevantes de preocupación.
¿Cómo se ha usado en delitos y qué tanto ocurre en Chile?
Los relatos de víctimas y las alertas policiales que se han visto en Chile describen escenarios bastante parecidos entre sí: una persona es abordada en la calle o en un bar, acepta una bebida o un ofrecimiento, y luego experimenta una pérdida de memoria parcial o total sobre lo ocurrido poco antes y después; en otras ocasiones se reporta somnolencia súbita y encontrarse desorientado. Las autoridades han advertido y desmentido algunos bulos en redes sociales, pero también investigan casos en que las denuncias parecen coherentes con intoxicaciones por sustancias sedantes. La Policía de Investigaciones (PDI) ha publicado comunicados aclarando mitos y recordando que, en la mayoría de los episodios probados, la vía de administración ha sido oral (bebidas, comida) y no el contacto casual.
Efectos clínicos y síntoma clave: ¿Qué sentiría una persona afectada?
Los efectos de la escopolamina varían según la dosis, la vía de administración y el estado de la persona. Algunos de los signos y síntomas que aparecen con más frecuencia son:
- Somnolencia intensa, sensación de “entrar en sueño” o gran debilidad.
- Confusión, dificultad para orientarse en el tiempo y el espacio.
- Amnesia anterógrada: incapacidad para recordar acontecimientos que sucedieron mientras el efecto estaba activo.
- Boca seca, visión borrosa, pupilas dilatadas, mareos.
- En dosis altas o en personas sensibles, náuseas, vómitos, agitación o delirio.
Si alguien reporta haber bebido algo y poco después se siente extremadamente somnoliento, desorientado o no recuerda lo sucedido, debe considerarse la posibilidad de intoxicación y reaccionar con rapidez. La literatura médica y los especialistas en urgencias recomiendan atención profesional inmediata ante sospecha de intoxicación por antimuscarínicos como la escopolamina.
Mitos frecuentes y cómo distinguir la información confiable
En torno a la “burundanga” circulan mitos que aumentan el miedo y a veces desinforman. Entre los más comunes están las ideas de que se puede “drogar a alguien simplemente tocándole la mano” o que basta con soplar el polvo en un bar para que la víctima quede incapacitada. Los expertos coinciden en que esas afirmaciones son exageraciones: la absorción efectiva por la piel o por inhalación requiere condiciones especiales y cantidades que no son realistas en un roce casual. Las formas de administración que sí han demostrado causar intoxicación son la ingestión en bebidas, la ingestión de pastillas o la aplicación de preparados en contextos farmacológicos (por ejemplo, parches transdérmicos controlados).
Para informarte de forma seria, busca fuentes oficiales o médicas: hospitales, instituciones sanitarias (como el ISP), publicaciones científicas y comunicados policiales, en lugar de confiar solo en cadenas de redes sociales.
Cómo protegerte: medidas prácticas y realistas
Prevenir es la mejor defensa. Muchas medidas son de sentido común y reducen el riesgo de ser víctima de una intoxicación por cualquier sustancia añadida a bebidas o alimentos.
- Vigila tu bebida y la de tus acompañantes. No aceptes bebidas ya abiertas o “a medias”; si alguien insiste en servirte, pide que lo haga frente a ti y que la botella esté sellada.
- Evita dejar tu vaso desatendido en bares o fiestas; si debes alejarte, toma la botella contigo o pide a una persona de confianza que lo cuide.
- En salidas nocturnas, procura ir acompañado y acuerda señales o revisiones periódicas entre amigos. La presencia de terceras personas reduce mucho la probabilidad de ser abordado.
- Si alguien te ofrece una bebida en la calle, en transporte o en un contexto no habitual, desconfía. No todos los ofrecimientos son malintencionados, pero la prudencia evita riesgos.
- Mantén objetos de valor fuera de la vista y evita exponer datos personales; muchas estafas combinan una intoxicación breve con la sustracción de pertenencias.
- Si bebes en un lugar público, opta por recipientes cerrados o botellas selladas cuando sea posible, y no aceptes tragos de desconocidos.
Estas prácticas no solo ayudan a prevenir intoxicaciones por escopolamina, sino también otras formas de engaño y robo.
Qué hacer si crees que tú o alguien está intoxicado.
Si alguien presenta somnolencia súbita, confusión y pérdida de memoria tras haber consumido una bebida o alimento, actúa con rapidez:
- No lo dejes solo. Mantén a la persona en posición segura y vigila su respiración y coloración.
- Busca atención médica inmediatamente: llama a los servicios de urgencia o traslada a la persona a un servicio de urgencias. En Chile puedes contactar a los servicios de emergencia según corresponda.
- Conserva la evidencia posible: guarda la botella, vaso o restos de la bebida para entregarlos a las autoridades si corresponde. No manipules pruebas indiscriminadamente, pero preservarlas puede ayudar en la investigación.
- Si hay sospecha de delito, realiza la denuncia ante Carabineros o la PDI; cuanto antes se reporte, más fácil es recabar pruebas y rastrear responsabilidades.
Evita intentar “neutralizar” la sustancia por tu cuenta con remedios caseros; la medida correcta es la evaluación y el tratamiento por parte de profesionales de salud.
Denuncia, investigación y prevención comunitaria
Si fuiste víctima o presenciaste un hecho sospechoso, haz la denuncia. Las policías -Carabineros y la PDI- tienen protocolos para investigar intoxicaciones y delitos asociados. Informar a la comunidad y a los administradores de locales (bares, restoranes, recintos de eventos) contribuye a generar alertas tempranas y protocolos de seguridad. Muchas comunas y organizaciones realizan campañas de prevención y divulgación para reducir el riesgo colectivo.
Información sin pánico, prevención con sentido común.
La burundanga -como se conoce popularmente a compuestos que contienen escopolamina- es real y puede producir efectos peligrosos cuando se administra en condiciones que permiten su absorción. Sin embargo, el pánico y los rumores exagerados tampoco ayudan. La respuesta más eficaz es informarse en fuentes confiables, adoptar medidas prácticas para protegerse (vigilar bebidas, salir acompañado, evitar recipientes abiertos) y acudir a los servicios de salud y a la policía ante cualquier sospecha.
Si bien el fenómeno ha sido objeto de campañas virales y de desinformación, las instituciones sanitarias y policiales han ido aclarando mitos y ofreciendo recomendaciones concretas. Actuar con prudencia, especialmente en contextos nocturnos o en situaciones en las que aceptas bebidas de terceros, es la mejor forma de reducir el riesgo.
La seguridad y protección contra la burundanga y otras formas de intoxicación pasa por la conciencia. Tu seguridad es tu responsabilidad más importante, especialmente cuando buscas construir relaciones interpersonales auténticas y de calidad.
Si tú o un ser querido experimentan síntomas de intoxicación o sospechan de un delito, no pierdas tiempo: busca atención médica profesional inmediata y luego denuncia a Carabineros o la PDI.
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