¿Es verdad que hay razas de perros peligrosas? La verdad detrás del mito y cómo protegerte responsablemente en Chile

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En Chile. los perros son parte esencial de la vida familiar y urbana. En calles, plazas y hogares se ven miles de canes que acompañan a las personas en su día a día. Sin embargo, también es común escuchar debates sobre si existen o no “razas peligrosas”, especialmente cuando ocurren accidentes o ataques que involucran a ciertos tipos de perros.

La pregunta surge con frecuencia: ¿hay realmente razas de perros que son intrínsecamente peligrosas, o se trata más bien de un problema de crianza, educación y responsabilidad humana?

Este blog busca aclarar ese tema desde una perspectiva equilibrada, considerando las leyes chilenas, la evidencia científica y los consejos de seguridad que toda persona —dueña o no de un perro— debiera conocer. Además, abordaremos un punto ético clave: la importancia de adoptar y no comprar, contribuyendo así a una tenencia responsable y solidaria con los animales.

El origen del mito de las “razas peligrosas”

Durante décadas, ciertos perros como el Pitbull Terrier, el Rottweiler, el Dóberman, o el Fila Brasileiro han sido catalogados como “razas peligrosas”. Esto se debe principalmente a su fuerza física, su historia como perros de guardia o pelea, y a una serie de incidentes mediáticos que los asociaron con ataques graves.

Sin embargo, diversos estudios científicos han demostrado que no existe una raza intrínsecamente peligrosa. Lo que realmente determina el comportamiento de un perro es una combinación de genética, socialización, educación y entorno.

En 2018, un estudio publicado por la American Veterinary Medical Association (AVMA) señaló que “no hay evidencia concluyente que vincule una raza específica con un nivel de agresividad superior”. De hecho, perros pequeños como el Chihuahua o el Jack Russell pueden mostrar más conductas agresivas hacia las personas, aunque por su tamaño causen menos daño físico.

Lo mismo han expresado veterinarios chilenos y fundaciones animalistas locales, como ProAnimal Chile o la Fundación Stuka, que insisten en que la peligrosidad depende del tutor y no del animal.

La Ley Cholito y la tenencia responsable en Chile

En Chile, desde el año 2017, está vigente la Ley N° 21.020 de Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía, conocida popularmente como la Ley Cholito. Esta normativa fue un gran avance para el bienestar animal, ya que establece deberes claros para quienes tienen perros o gatos, y también incluye un listado de “razas potencialmente peligrosas”.

Según el reglamento de la ley, se consideran potencialmente peligrosas aquellas razas que, por su contextura física o antecedentes, pueden causar daño si son mal manejadas. Entre ellas se incluyen el Pitbull Terrier, Dogo Argentino, Rottweiler, Fila brasileiro, entre otras.

Sin embargo, el propio texto de la ley aclara que la peligrosidad no está en el animal, sino en la irresponsabilidad del tutor. Es decir, un perro de raza fuerte puede ser totalmente sociable si se le educa correctamente, mientras que uno pequeño puede resultar agresivo si se le cría sin control o límites.

La ley obliga a los dueños de perros potencialmente peligrosos a:

  • Inscribirlos en el Registro Nacional de Mascotas.
  • Usar arnés, correa y bozal en lugares públicos.
  • Asegurar su vivienda con cierres o portones adecuados.
  • Garantizar adiestramiento y socialización apropiados.

Estas normas no buscan estigmatizar a los animales, sino prevenir accidentes y fomentar la responsabilidad humana.

La raíz del problema: educación, no genética

Los comportamientos agresivos en perros casi siempre provienen de mala socialización, maltrato, falta de ejercicio, abandono o adiestramiento inadecuado.

En Santiago, por ejemplo, es común ver perros encerrados todo el día en espacios reducidos, sin paseo ni interacción social. En esas condiciones, cualquier perro —sin importar la raza— puede desarrollar estrés, ansiedad o comportamientos reactivos.

El perro es un animal social por naturaleza. Necesita contacto, juegos, estímulos y afecto. Si se lo aísla o se lo trata con violencia, su comportamiento se distorsiona. Esto es comparable a la educación humana: un entorno amoroso y estructurado genera individuos equilibrados; uno violento y descuidado, no.

Los especialistas en comportamiento canino, como la etóloga chilena María José Ugarte, explican que “un perro peligroso es casi siempre el resultado de un humano irresponsable”. Por ello, educar a los tutores es tan importante como entrenar a los animales.

Recomendaciones de seguridad en la convivencia con perros en Chile

Tanto si tienes un perro como si no, existen medidas básicas que ayudan a evitar accidentes y a fomentar una relación segura con estos animales.

Primero, si eres dueño o dueña, asegúrate de que tu perro esté socializado desde cachorro. Esto significa exponerlo a distintos entornos, personas y sonidos para que aprenda a adaptarse. Además, dedica tiempo diario al paseo y ejercicio, ya que un perro con energía contenida tiende a volverse más nervioso o territorial.

Nunca uses la violencia como método de corrección. En lugar de castigar, utiliza refuerzo positivo: premia los buenos comportamientos con cariño o golosinas.

Mantén al día las vacunas y desparasitaciones, no solo por salud del perro, sino también por seguridad de las personas que lo rodean.

Si vives en departamento o en una casa con niños, enseña a los más pequeños cómo interactuar correctamente con los animales. No deben tirarles del pelo, molestarlos mientras comen o acercarse bruscamente.

En caso de que un perro desconocido se acerque en la calle, lo ideal es mantener la calma, no gritar ni hacer movimientos bruscos. La mayoría de los perros reacciona al miedo o la tensión de las personas, por lo que un comportamiento tranquilo suele evitar incidentes.

Perros abandonados y seguridad comunitaria

En muchas comunas chilenas, especialmente en sectores urbanos y rurales, existe un grave problema de perros callejeros o semiabandonados. Estos animales, muchas veces sin dueño definido, pueden generar temor o conflictos con vecinos, especialmente cuando se agrupan en jaurías o defienden territorio.

Frente a esta realidad, lo peor que se puede hacer es responder con violencia o indiferencia. Los expertos recomiendan contactar al municipio o a fundaciones animalistas locales, que pueden gestionar rescates, esterilizaciones o adopciones.

Municipalidades como las de Maipú, Ñuñoa y Puente Alto cuentan con oficinas de tenencia responsable, donde los vecinos pueden solicitar ayuda o denunciar casos de abandono o maltrato.

Si en tu barrio hay perros callejeros que frecuentan tu hogar, evita enfrentarlos. Puedes instalar rejas seguras, cámaras o sensores de movimiento, como los que ofrece Clickhouse, para monitorear el entorno sin exponerte directamente. Estos sistemas permiten mantener control visual y prevenir situaciones de riesgo, especialmente si hay niños o mascotas domésticas.


Adoptar, no comprar: la verdadera solución

Hablar de razas peligrosas sin hablar de adopción sería incompleto. En Chile existen miles de perros esperando una familia. Muchos de ellos fueron abandonados injustamente por prejuicios de “agresividad” o simplemente por decisiones irresponsables de antiguos dueños.

Adoptar salva vidas, reduce el número de animales callejeros y contribuye a crear una sociedad más empática. Además, al adoptar, se rompen estigmas: un perro rescatado puede ser tan leal, cariñoso y protector como cualquier otro.

Comprar perros, en cambio, alimenta un mercado donde muchas veces se prioriza la ganancia sobre el bienestar animal. Criaderos informales o ventas en línea suelen reproducir animales sin control sanitario, generando sufrimiento y sobrepoblación.

Si deseas sumar un perro a tu familia, acude a fundaciones como Adopta No Compres, Garras y Patas, Stuka o Ayuda a un Peludo, donde podrás encontrar animales esterilizados, vacunados y evaluados por expertos.

La verdadera peligrosidad es la irresponsabilidad humana

En definitiva, no existen razas de perros peligrosas, existen personas irresponsables. Cada perro tiene su personalidad, moldeada por la forma en que es tratado. La educación, el cariño y los límites coherentes son la base de un perro equilibrado y seguro.

En Chile, donde la convivencia urbana entre personas y animales es cada vez más estrecha, la clave está en la educación y la prevención. Cumplir con la Ley Cholito, educar a los niños, esterilizar, socializar y adoptar con responsabilidad son pasos concretos hacia una sociedad más segura y respetuosa con los animales.

Proteger a las personas y cuidar a los perros no son objetivos opuestos: son dos caras de la misma responsabilidad. La seguridad parte en casa, y también en cómo tratamos a quienes no tienen voz.

La seguridad y protección de su familia es un ecosistema que incluye a su mascota. Si usted es dueño de un perro fuerte o si simplemente quiere la tranquilidad de saber que su casa es un refugio impenetrable, necesita herramientas confiables. ¿Tiene dudas sobre cómo reforzar sus accesos, qué alarma GSM inalámbrica puede instalar sin interferir con su perro, o si sus cámaras de seguridad actuales cubren bien el patio? Nuestro equipo de Clickhouse está comprometido con la seguridad integral. Contáctenos para una asesoría personalizada y sin compromiso, y asegure tanto su hogar como la correcta tenencia de su mejor amigo.

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