Con el Halloween se ha convertido con los años en una celebración más que esperada por las familias, niños y jóvenes en Chile. Cada 31 de octubre las calles, los centros comerciales y hasta los pasillos de muchos edificios se llenan de disfraces, luces naranjas, telarañas decorativas y el clásico “dulce o travesura”. Pero cuando se vive en un departamento o en un condominio las maneras de festejar cambian drásticamente con las de una casa.
La convivencia vecinal, las normas de seguridad, el control de acceso y la vigilancia en los espacios comunes son factores claves para que esa noche transcurra sin incidentes y para que se disfrute. Por eso, si este año será festejando desde tu departamento, es importante saber cómo hacerlo, para que sea divertido, seguro y respetuoso.
En este blog te detallamos qué medidas adoptar, cómo organizarte con los vecinos, qué precauciones tomar con los niños, las mascotas y la seguridad de la vivienda y cómo conseguir que la celebración sea un momento de diversión y no de inquietud.
La importancia de planificar la celebración
A diferencia de una casa con jardín o un condominio horizontal, en los departamentos se acumula a muchas personas en espacios pequeños, y las acciones de un vecino pueden impactar directamente a los otros. Por ello, planear con anticipación la forma en que se celebrará Halloween en el edificio es fundamental para la convivencia.
Lo primero es informarse sobre las normas internas del condominio o edificio. En muchos casos, las administraciones establecen horarios específicos para las actividades, definen si se permiten visitas externas o si se habilitarán zonas comunes para repartir dulces. En algunos edificios incluso se organizan eventos comunitarios en el hall o en el salón de reuniones, especialmente para los niños.
Respetar estas disposiciones no solo evita multas o llamados de atención, sino que también promueve una convivencia más sana y ordenada.
Coordinar con los vecinos: la clave para una buena convivencia
Uno de los grandes desafíos en Halloween dentro de un edificio es la circulación de personas entre pisos y departamentos. Para evitar confusiones o molestias, lo ideal es coordinar con los vecinos qué departamentos participarán de la actividad. Una práctica muy utilizada es colocar una señal visible en la puerta —como una calabaza o una luz decorativa— para indicar que ahí se entregan dulces.
Esto permite que los niños no golpeen todas las puertas y evita interrumpir a quienes no deseen participar. Además, crear un recorrido controlado entre los pisos hace que la experiencia sea más segura, especialmente si los adultos acompañan a los más pequeños.
Algunos edificios incluso crean grupos de WhatsApp o tablones digitales para avisar qué departamentos estarán abiertos al “dulce o travesura”, logrando una dinámica más organizada y amigable.
Seguridad en los accesos: proteger a los vecinos y visitantes
Durante Halloween, es habitual que aumente el flujo de personas en los accesos de los edificios. Algunos visitantes externos pueden intentar ingresar sin autorización, aprovechando la confusión o el ambiente festivo. Por ello, la seguridad en portería se vuelve fundamental.
Se recomienda informar previamente al conserje o a la administración sobre cualquier evento planificado y entregar listas con los nombres de posibles visitas. También conviene reforzar las medidas de control de acceso y mantener las cámaras de vigilancia activas.
Contar con sistemas de seguridad modernos, como los que ofrece Clickhouse (clickhouse.cl), puede ser de gran ayuda. Los sistemas de cámaras y alarmas de esta empresa permiten monitorear los accesos en tiempo real desde el teléfono, detectar movimientos sospechosos y recibir alertas instantáneas ante cualquier intento de intrusión. En una noche con tanto movimiento como Halloween, este tipo de tecnología se convierte en una herramienta esencial para mantener el orden y la seguridad en el edificio.
Respeto por el descanso de los demás
Halloween no significa que todos los vecinos deseen participar. Hay personas mayores, familias con bebés o residentes que trabajan en horarios nocturnos y prefieren una noche tranquila. Por eso, respetar los horarios establecidos para la celebración es un gesto básico de empatía y convivencia.
Una buena práctica es limitar las actividades entre las 18:00 y las 21:00 horas. De este modo, los niños tienen tiempo suficiente para disfrutar y los adultos pueden descansar sin interrupciones. Evitar gritar en los pasillos, correr o tocar los timbres reiteradamente son acciones simples que ayudan a mantener el ambiente controlado.
Decorar con seguridad y responsabilidad
Una parte importante del espíritu de Halloween son las decoraciones, pero es importante hacerlo con precaución. En los edificios, los pasillos, escaleras y puertas son zonas compartidas, por lo que no se deben colocar elementos que obstaculicen el paso o que representen un riesgo.
Si decides decorar tu puerta, utiliza materiales livianos y evita las velas encendidas o guirnaldas eléctricas sin certificación. En los espacios comunes, cualquier adorno debe ser autorizado por la administración. Además, recuerda retirar las decoraciones al día siguiente para mantener la limpieza y el orden del lugar.
La seguridad eléctrica también es relevante. Si utilizas luces decorativas, procura conectarlas en enchufes que no estén sobrecargados y desconectarlas antes de dormir. En caso de incendio o cortocircuito, la responsabilidad podría recaer en el propietario del departamento.
Cuidado con las mascotas
Durante la noche de Halloween, los ruidos, los disfraces y la llegada de extraños pueden alterar el comportamiento de las mascotas. Los perros, por ejemplo, pueden ponerse nerviosos ante los golpes en la puerta o los sonidos fuertes, mientras que los gatos pueden intentar escapar si se abre constantemente la entrada.
La mejor forma de protegerlos es mantenerlos en una habitación tranquila, lejos de la puerta principal. Si tu mascota es especialmente sensible, puedes cerrar las cortinas o dejar música suave para amortiguar los ruidos. También conviene advertir a los niños del edificio que no molesten a los animales disfrazados o asustados.
Evitar bromas pesadas y conductas riesgosas
Halloween es una celebración de disfraces y diversión, pero algunas bromas pueden salirse de control. Lanzar objetos, usar líquidos pegajosos o ensuciar los pasillos son acciones que generan conflictos y pueden causar daños. En los edificios, donde todo se comparte, la prudencia es fundamental.
Del mismo modo, el uso de fuegos artificiales o bengalas está estrictamente prohibido en espacios cerrados y puede ser sancionado por Carabineros de Chile. Lo mejor es centrarse en actividades seguras y creativas, como concursos de disfraces o decoración de puertas, en lugar de recurrir a bromas que puedan molestar o causar accidentes.
Mantener el hogar seguro si sales a celebrar
Si planeas salir del edificio para celebrar en otro lugar, asegúrate de dejar tu departamento bien cerrado. Las fechas festivas suelen ser aprovechadas por delincuentes para cometer robos, especialmente en condominios donde hay movimiento constante de personas.
En este sentido, contar con sistemas de seguridad inteligentes como los de Clickhouse puede marcar la diferencia. Con cámaras de vigilancia conectadas a la nube y sensores de movimiento enlazados a tu teléfono móvil, puedes recibir alertas y revisar lo que sucede en tu hogar en tiempo real. Es una forma de disfrutar la noche sin preocupaciones.
Promover actividades comunitarias seguras
Una excelente forma de canalizar la energía festiva de Halloween es mediante actividades organizadas por la comunidad del edificio. Un concurso de disfraces infantil, una mesa de dulces en el hall o una votación para la mejor decoración pueden fomentar la participación y crear un ambiente amistoso entre los vecinos.
Estas instancias no solo fortalecen la convivencia, sino que también refuerzan el sentido de seguridad colectiva. Cuando los residentes se conocen y colaboran, es más fácil identificar comportamientos sospechosos o actuar frente a emergencias.
La seguridad y la convivencia van de la mano
En última instancia, celebrar Halloween en un edificio requiere equilibrio: disfrutar sin alterar la vida cotidiana de los demás. La clave está en planificar, coordinar y respetar. Si los vecinos se comunican y las reglas son claras, la noche puede convertirse en una experiencia entretenida y segura para todos.
Así que antes de abrir la puerta para que los pequeños disfracen entraran en tu hogar o salgas con tu familia a hacer un recorrido por los pisos asegúrate de que todo esté en orden, tu mascota tranquila, tus vecinos informados y tus medidas de seguridad activadas.
Halloween puede convertirse en la ocasión perfecta para crear comunidad, educar a los niños en el respeto y la seguridad, y recordar que vivir en un bloque de pisos es cuidar no solo tu espacio, sino también el de los demás.
Halloween debe ser una celebración, no una preocupación de seguridad. Si vives en un edificio, la coordinación vecinal y el apoyo tecnológico son tus mejores aliados. ¿Necesitas un sistema de alarma fácil de activar y desactivar mientras abres la puerta para los niños, o buscas reforzar la seguridad del hall con cámaras que funcionen perfectamente en la oscuridad? No dejes que la fiesta sea un riesgo. Contáctanos hoy mismo para una asesoría y asegura que tu edificio tenga la protección adecuada para una noche de convivencia y diversión segura.