
Te ayudamos a elegir la alarma ideal para proteger tu hogar
Los sistemas de seguridad para el hogar han evolucionado de simples cerraduras a sofisticados dispositivos electrónicos diseñados para proteger nuestra propiedad y a sus habitantes. Sin embargo, en muchos casos no se tiene en cuenta el impacto que estos equipos pueden tener sobre las mascotas, cuyos sentidos y comportamientos difieren de los humanos. Un ladrido estridente, una descarga eléctrica suave o una onda ultrasónica imperceptible para nosotros pueden resultar estresantes o incluso peligrosos para perros, gatos, conejos y otras pequeñas criaturas que conviven con nosotros. En este artículo exploraremos cómo ciertos dispositivos de seguridad—desde las clásicas sirenas hasta las modernas cercas eléctricas y sensores infrarrojos—pueden dañar a tu mascota, y ofreceremos recomendaciones para minimizar esos riesgos.
Dispositivos de seguridad son dañinos para mascotas
Existen ciertos dispositivos que pueden poner en riesgo a tu mascota cuando se activan, o pueden ser un peligro inminente si tienes un perro, gato u otro tipo de mascota en tu hogar. A continuación, te comentamos cuáles de estos dispositivos pueden ser un riesgo:
1. Sirenas y alarmas sonoras
Las sirenas de alta potencia (generalmente entre 100 y 120 dB) están diseñadas para ahuyentar intrusos y alertar al vecindario. Para referencia, un umbral de 120 dB equivale al sonido de un avión despegando a pocos metros.
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Daño auditivo y estrés: Las mascotas tienen un rango auditivo más amplio que el humano, detectando frecuencias entre 40 Hz y 60 kHz (frente a nuestros 20 Hz–20 kHz). Una sirena de 110 dB puede causar daños en el oído interno de un perro o un gato, provocando tinnitus, pérdida de audición y un estrés agudo que se traduce en temblores, jadeos y conductas de huida desesperada.
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Reacciones de pánico: Ante un sonido inesperado y ensordecedor, muchas mascotas huyen despavoridas, pudiendo lastimarse al chocar contra muebles, saltar por ventanas o traspasar puertas mal aseguradas.
¿Cómo evitar que las sirenas y sistemas de alarma dañen a tu mascota?
Supervisar a la mascota durante las pruebas del sistema para analizar su comportamiento puede ayudar. Algunas mascotas pueden estar más acostumbradas a los ruidos fuertes; sin embargo, la activación de una sirena puede ser un imprevisto para el cual no estás preparado. Procura elegir sistemas de seguridad que te permitan regular el volumen, duración o desactivación de estos dispositivos; esto puede ayudar a controlar este evento para que sea menos molesto para tu mascota.
Asegúrate de que los detectores de movimiento no capten mascotas, así puedes evitar que el mismo movimiento de tus mascotas en tu casa o departamento active el sistema de seguridad.
2. Cercas eléctricas en muros perimetrales
Muy comunes en algunas propiedades para la protección perimetral, estas cercas entregan pulsos eléctricos de baja intensidad cada poco segundo. Aunque no fatales, pueden ocasionar en los animales ciertos problemas y riesgos de salud:
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Quemaduras de voltaje: Una descarga de 2 000–5 000 aplicada directamente sobre el pelaje puede generar quemaduras superficiales en la piel, pérdida de pelo y dolor intenso.
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Ansiedad y evitación: Tras sufrir una primera descarga, la mascota puede evitar completamente ciertas áreas del jardín, alterando su rutina de ejercicio y sociabilidad; esto, además de afectar su salud, afecta su comportamiento.
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Riesgo de caídas: Al recibir descarga, el animal puede caer bruscamente y sufrir traumatismos al golpear el piso o bordes de mobiliario exterior, sobre todo en el caso de gatos y animales más pequeños.
Como evitar accidentes, si tienes mascotas y quieres proteger el perímetro de tu propiedad con cercos eléctricos, puedes instalarlos a alturas mínimas de 2 metros donde los perros no puedan alcanzar y, si tienes gatos en casa, puedes omitir este sistema de seguridad.
3. Disuasores químicos o cañones de humo
Algunos sistemas de seguridad emplean atomizadores o sprays de disuasión basados en aerosoles o humo; esto para las mascotas puede ser tóxico y hasta en ocasiones mortal. Algunas de las consecuencias en la salud para tu mascota de este tipo de cañones de humo o químicos son:
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Irritación respiratoria y alergias: Aerosoles a base de capsaicina o agentes irritantes (CN o CS) pueden desencadenar tos persistente, conjuntivitis y dermatitis en animales muy sensibles.
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Toxicidad: En espacios mal ventilados, la concentración de químicos puede llegar a niveles tóxicos, con riesgo de neumonía química o fallo orgánico, especialmente en animales pequeños como hurones o aves.
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Ansiedad postexposición: Después de ser rociados, los animales pueden asociar ese espacio con peligro, mostrando comportamientos de evitación extrema o agresividad defensiva.
Si tienes este tipo de sistema de seguridad, puedes evitar que tu mascota transite por los lugares donde están instalados, sobre todo si está sola en casa, ya que una activación podría ser perjudicial para su salud y mortal si no hay nadie que pueda rescatarla de los gases que puedan ser tóxicos.
Si tienes este tipo de sistema de seguridad y tienes una mascota, puedes optar por retirarlo, ya que puede resultar mortal en algunos casos.
Recomendaciones para proteger a tu mascota de ciertos dispositivos
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Inventario de riesgos: Identifica qué dispositivos tienes instalados (sirenas, cercas, ultrasónicos, cañones de humo, etc.) y ubica dónde se sitúa tu mascota con más frecuencia.
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Calibración y zonas restringidas: Ajusta volúmenes, intensidades y voltajes al mínimo efectivo. Delimita zonas exclusivas para tu mascota con puertas o barreras físicas que impidan la exposición directa.
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Alternativas “pet-friendly”: Existen alarmas de baja frecuencia, cámaras con iluminación suave o sistemas de notificación remota que avisan al dueño por app sin activar estímulos invasivos.
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Consulta a un veterinario: Si notas cambios de comportamiento, visita al especialista para descartar daños auditivos, oculares o estrés crónico.
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Retira dispositivos: Encuentra el equilibrio entre proteger a tu mascota y proteger tu propiedad, retira dispositivos que puedan ser dañinos y opta por aquellos que sean más amigables con su salud.
La seguridad del hogar no debe comprometer el bienestar de quienes más queremos, incluidas nuestras mascotas. Conocer los posibles daños que pueden generar sirenas de alta potencia, ultrasonidos, cercas eléctricas o cañones de humo es el primer paso para evitar accidentes y estrés innecesario. La clave está en equilibrar medidas de protección contra intrusos con soluciones amigables para nuestros compañeros de cuatro patas. Ajustar niveles, habilitar zonas seguras, optar por tecnologías menos invasivas y supervisar continuamente el comportamiento animal garantizará un entorno protegido y armonioso para toda la familia.
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